UN FAVOR DEL MAS ALLA

UN FAVOR DEL MAS ALLA
El momento que todos estábamos esperando se acercaba tristemente, en la octava planta del hospital en la habitación 822 de oncologia, se encontraba postrado dormido profundamente ,debido a los efecto de la morfina, como ya advirtió el médico era la forma de que tuviera una muerte digna y no sufriera, era cuestión de horas.
En la sala de espera el humo del tabaco y los lamentos de los familiares invadían el lugar. Miguel mi mejor amigo, se apagaba y yo me preguntaba ¿porque? con tan solo cuarentaytantos le había llegado su hora.
María su mujer me llamo hacía solo unos días y me dijo que el se encontraba muy mal, yo no esperaba esto, pensé que se trataría de uno de esos resfriados fuertes que el cogía con mucha frecuencia, pero lamentablemente esta vez no fue así .
La ultima vez que estuve con Miguel fue en las navidades y se encontraba tan bien, que no me imaginaba nunca esto, cuando llegue al hospital hace dos días, el aun estaba consciente, sus ojos se iluminaron al verme, me cogió las manos y me dijo que tenia algo muy importante que contarme, le pedí que me lo dijera y justo cuando iba a contármelo un celador entro en la habitación y se lo llevo para hacerle unas pruebas , cuando regreso a las dos horas, Miguel ya no era el mismo, gritaba y lloraba de dolor aquella prueba fue su sentencia de muerte .a partir de ese momento lo durmieron y a esperar su muerte ¿Que sería aquello tan importante que el quería contarme? me preguntaba una y otra vez. La noche se hizo y pedí a María que se fuera a descansar un poco ,eran ya muchos los días que llevaba en el hospital, yo me quedaría con el, esta acepto y me dijo que a las seis de la madrugada estaría allí de nuevo .Me senté frente a su cama y observaba con pena su agitada respiración, la tenue media luz y el silencio de una noche en un hospital la verdad es que impresiona , tan solo se oía su agitada respiración y los tímidos pitidos de la maquina de control cardíaco ,sujete con mis manos sus fríos pies y apoye mi cabeza sobre ellos, inconscientemente unos minutos después me había quedado dormido, al menos creí después yo, no se el tiempo que había transcurrido pero sentí un leve golpe en mi hombro , pensé que se trataba de una enfermera , mire y era Miguel una extraña luminosidad invadía la habitación, me frote los ojos no me lo podía creer era él, estaba de pie a mi lado y me sonreia ,intente y no podia hablarle , el se puso un dedo en la boca y me siseo
_No te preocupes tú no me puedes hablar - me dijo sonriendo, intente levantarme pero mi cuerpo parecía que se había quedado pegado al sillón , deseaba levantarme , abrazarle y besarle pero era imposible
_No sufras Angel, yo me tengo que marchar pero recuerda que tenía que hablar contigo- me dijo- es algo muy importante y quiero que tú te encargues de ello , tú sabes que María tiene unas creencias religiosa muy especiales, lo que te voy a pedir se lo dije a ella en una ocasión y se que no me hizo caso, quiero que no me enterréis prefiero la incineración, ¡ Convence la por favor no quiero estar encerrado en una caja el resto de la eternidad , confio en ti amigo mio , te quiero mucho has sido un buen amigo el mejor que he tenido - miro al lado y sonrió- me tengo que marchar amigo mio mis padres vienen a buscarme -desapareció lentamente y unos segundos después me desperté agitado, todo había sido un sueño pensé, mire a mi amigo y este en la cama, habia dejado de respirar.. El ya había muerto, aun me encontraba confuso por el extraño sueño, me acerque hacia la cabecera de la cama y bese su frente fría -`` hasta siempre amigo mio´´- le susurre al oído , unos minutos después entró una enfermera y me pidió que dejara la habitación para prepararlo, salí afuera entristecido por su muerte y en mi mente no dejaba de recordar aquel sueño.
Trascurrida unas horas, llego el momento de trasladarse al Tanatorio de la S-30 sentados en la sala, Maria lloraba desconsoladamente abrazada a su hermana, tras el cristal frente a ellas, Miguel parecía estar dormido, un funcionario se acerco a la viuda y le pidió que le acompañara para arreglar unos tramites , yo me ofrecí para acompañarla. Entramos en la oficina y después de un sin fin de rellanar hojas, el hombre le preguntó, si quería un entierro o prefería una incineración, ella guardo durante unos segundos silencio, aquella pregunta me volvió a recordar el sueño de la noche que el murió, ella se echo a llorar y entre sollozos , dijo amargamente.
_El me dijo que quería que lo incineraran -aclaro entre llanto, aquella declaración me sorprendió- Pero...- continuo- Prefiero que lo entierren, si lo incineran no quedara nada de él, ningún recuerdo y yo quiero venir al cementerio para visitarle -Yo no supe que decir, tal como él me dijo en sueño, Maria no aceptaría su ultima voluntad , intente que Maria cambiara de opinión y era inútil, no había manera de dar marcha atrás el funcionario tomo nota y el proceso de entierro seguiría adelante, ¿Que podía yo hacer?. Si le contaba mi sueño pensaría que estaba loco y ademas en aquel momento y en aquella cincustancias no era momento de discutirle nada a la viuda, pero...¿ Como podía yo saber lo que él quería sin haberlo hablado aquello¿ ¿Fue un sueño o verdaderamente fue una aparición? Estaba desconcertado, cogí un cigarrillo y salí a la calle para tomar un poco de aire, llovía tenuamente, mire al cielo y pensé - ¿Que puedo hacer? No puedo fallar a mi amigo -de repente una voz se dirigió a mi Ángel ...¿Que haces por aquí ?- volví la cara y era Raul , un compañero de mili que habíamos coincididos en la misma compañia , Raul era de los ultimos hippyes que quedaban, su afición al porro en una ocasión estuvo a punto de acostarle el`castillo´´ como así llamábamos al castigo, cuando le encontraron un kilo de hachís en la taquilla , fue gracias a mi y mi buena relación con el capitán(ya que le salve de morir a su hija de tres años en la piscina)aquello quedo en un simple arresto desde entonces Raul siempre me estuvo muy agradecido.
Le conté el motivo de mi desgraciada presencia alli y el me comento que trabajaba en el tanatorio desde hacia varios años de celador, era el encargado de trasladar los féretros hasta la salida, entonces una idea iluminó mi mente , le conté mi sueño o aparición y le pedí un gran favor..........

El sepulturero termino de poner el ultimo ladrillo y enfoscó de cemento la pared, el llanto y las palabras de consuelos resonaban en el lugar, poco a poco fuimos saliendo de allí, me despedí de Maria y me quede sentado en uno de los bancos de la entrada del cementerio , una hora después un coche funebre sin ninguna corona de flores entraba, me levante y me dirigi hacia el vehículo, cinco minutos mas tarde entraba Raul que me saludo, entro en las oficinas y al rato salio .
_ Tienes que esperar dos horas y te entregaran la pequeña urna de las cenizas-me dijo con una leve sonrisa-me tengo que marchar al trabajo.
_Gracias amigo- le dije mientras estrechaba su mano-
_Recuerdas que te debía una .-se marcho .
Raul había conseguido en el ultimo momento cambiar el cuerpo de Miguel por el de un pobre indigente, que había aparecido muertos unos días atrás sin que nadie hubiera reclamado su cuerpo.
Recogí las cenizas y fui camino de San Juan, entre en el recinto de los Sagrados Corazones y en la terraza con las maravillosas vistas a Sevilla, arroje lentamente sus cenizas al aire, que parecían volar hasta el infinito.
_ Adios amigo mio, adiós, descansa en paz.