MIS RELATOS CORTOS

MIS RELATOS CORTOS
ANGEL DE LA FLOR

sábado, marzo 17, 2012

EL PRÍNCIPE DESTRONADO
Tenia hambre y sed. El castigo que me estaban imponiendo se estaba alargando mas de la cuenta y estaba ya empezando a ponerme nervioso.
Había transcurrido ya, bastante tiempo, desde que mis padres me habían dejado aquí, encerrado como castigo, en esta pequeña, oscura y maloliente habitación.
Es la primera vez que me ocurre una cosa igual, normalmente cuando me comporto mal, ellos me suelen encerrar como escarmiento, en el garaje o en alguna habitación de nuestra casa durante un tiempo, hasta que se le pasa el enfado, pero estaba vez era diferente, mi castigo se estaba alargando más de la cuenta y encima me habían traído aquí, presisamente donde ellos saben que no me gusta venir, a este lugar donde vive él individuo de la bata blanca, el medico, que siempre que me traen es para ponerme una de esas malditas inyecciones que tanto me molestan y duelen.
Se que lo que he hecho hoy no esta bien, tengo que reconocerlo, pero él solito se lo estaba buscando. Desde que nació siempre se dedico a provocarme y a buscarles las vueltas a mis padres para acercarse a mi y hacerme alguna de sus malditas pesadas bromas, hasta que hoy, me ha encontrado, yo vivía muy feliz, pero desde que el niño mimado llego, mi vida cambio por completo, mis padres dejaron ya de tenerme en cuenta yo para ello ya no existía me ignoraban por completo, ya no me abrazaban ni besaban, ni jugaban conmigo , sus cariños siempre eran para él, aun recuerdo hace ya unos años, el día cuando llego mi madre a casa …

Oí la puerta abrirse de repente, -¡Que raro!- no era la hora normal en la que ellos llegaban a casa, corrí alertado hacia la puerta y era ella mi madre que llegaba ante de tiempo, me abrazo efusivamente, se le veía muy contenta en aquel momento cantaba y bailaba con un sobre en la mano, unos instantes después de nuevo la puerta de la casa se abrió, era mi padre que ignorando mis saludos y con cara de preocupación se dirigía a mi madre preguntándole agobiado.
_ ¿Pero que ocurre?- Jadeaba por el esfuerzo de haber llegado a toda prisa a la casa- dime ¿Qué ha ocurrido?-insistía-
Ella sorprendentemente había cambiado su anterior pletórico estado alegre y le miraba ahora con el gesto serio y sosteniendo el sobre ocultándolo con las manos detrás sin hablar mirándolo fijamente.
_¿Porque me has dicho que corriera hasta casa?,¿Qué te ha dicho el medico? ¿Acaso, esta enferma? … venga dime .- Ella continuaba sin hablar y él perdía la paciencia por segundos- Espero que sea algo importante he salido de la oficina sin pedir permiso a mi jefe, nada más llamarme por teléfono..
Ella poco a poco fue cambiando el semblante de su cara y poco a poco una sonrisa fue dibujando en su boca, repentinamente volvió el brazo y le extendió el sobre.
_ Toma… ¡papa! – Dijo sonriendo dándole el sobre-
_ ¿Cómo , que papa…- nerviosamente saco la hoja del interior del sobre y se puso a leer, unos segundos después estaba abrazado a ella dando saltos de alegría.
_ ¡Por fin!, ¡por fin!!- grito de felicidad e inmediatamente se abrazo a ella besándola y los dos bailaban contentos mientras yo compartía su alegría dando saltos sin saber bien porque.
Los meses iban pasando y a medida que estos pasaban notaba a mi madre cada vez más rara, su vientre se inflamaba y cada vez salía conmigo menos a la calle a jugar, era mi padre quien se encargaba de pasear conmigo cada día, mientras ella se quedaba en casa sentada en el sofá, entretenida con unas largas agujas y unos ovillos de lana que no dejaba que yo ni quisiera la tocara. Una noche mama se puso enferma, al menos eso yo pensé por sus lamentos y de vez en cuando los gritos de dolor que daba, se despidieron de mí y los dos se marcharon de madrugada, al cabo de dos días volvieron, pero no solos, traían a un pequeño de aspecto lamentable que tan solo lo que sabia hacer era llorar y morder con ansias los pechos de mi madre, que yo al verlo quería haberla ayudado, pero cada vez que me acercaba ella misma me ordenaba que me fuera.
Todo empezó a cambiar en mi vida a partir de llegar ese niñato a casa, mis padres apenas me hacían caso, todo lo que yo hacía le sentaba mal, me reñían con frecuencia, no dejaban que me acercara a él y cada vez jugaban menos conmigo, todo sus cariños y atenciones eran para aquel mequetrefe, pero lo peor aún estaba por llegar.
Los meses fueron pasando y yo tenía bien aprendida la lección si quería que no me castigaran tenia que estar bien lejos de mi hermanito y así hice hasta que este empezó a andar y mis problemas aumentaron porque ya no era yo el que le buscaba, sino él, que venía hasta mi a buscarme, me abrazaba, pellizcaba y me daba cariño, provocando las risas de mis padres pero cuando yo le respondía con mis cariños y besos ellos enseguida me lo recriminaban y lo quitaban rápidamente de mi lado. Así fue pasando los días, él se dedicaba a buscarles las vueltas a mis padres para provocarme, me pegaba y me tiraba del pelo, en el momento que yo le respondía él lloraba y rápidamente uno de mis padres llegaba, lo defendía riñéndome y llevándome más de un azote por culpa de él sin yo haber echo nada, como había cambiado mi vida en cuestión de dos años, hasta llegar al día de hoy, esta mañana estaba comiendo tan tranquilo cuando se presento otra vez él pesado de mi hermano con sus pesadas bromas, empezó con quitarme la comida, cosa que me enfado mucho, ya que me la desparramo por todo el suelo, pero aguante el tipo como pude evitando que llorara, pero no contento con esto se fue directamente hacía mi oreja y me la mordió con todas sus ganas provocándome un intenso dolor, fue la gota que colmo el vaso, ni corto ni perezoso yo hice lo mismo `` ojo por ojo, diente por diente ´´ y mordí con todas mis ganas su oreja también para que se diera cuenta lo que dolía, se puso a llorar amargamente y yo sabiendo lo que se me venia encima salí corriendo a la calle antes que vinieran mis padres y evitar de nuevo se castigado. Al cabo de unas horas regrese esperando que se le hubiera pasado el enfado y aparentemente parecían estar calmado me cogieron y me trajeron hasta aquí, donde vive el médico de la bata blanca, que en estos momentos me ha sacado de la habitación oscura, ¡ya era hora!... mucho tiempo duraba mi castigo, mi madre me espera en la sala de al lado no parece que este muy enfadada, al contrario, la noto que me mira con dulzura y que llora, al acercarme a ella me abraza con cariño, como antes lo hacía, antes que viniera él… yo le respondo con besos, por fin mama no esta enfadada conmigo, esta vez se habrá dado cuenta quien ha sido el verdadero culpable de lo que ocurrió esta mañana y no es otro que él `` mi hermanito ´´
. El medico saca la jeringuilla, eso significa que nada más me ponga la inyección, volveré pronto a casa, es curioso la primera vez que estoy deseando que me la inyecten, quiero volver a mi casita, tengo un hambre atroz. Por fin ya me la puesto, ni siquiera esta vez me ha dolido ¡venga mama! Déjate de llorar y vamos a marchadnos ya de aquí,… ¡pero!... ¿Que ocurre? que cansado me siento…no puedo tener los ojos abierto, me pesan los palpados y no siento las piernas… que sueño más extraño me esta entrando...¿que me esta pasando no puedo moverme….


EPILOGO
Al día siguiente en el periódico local en la sección de suceso una noticia había conmovido a los lectores `` Un bebe de dos años se encuentra ingresado de gravedad, en el hospital, al ver sido atacado cruelmente por un perro pastor alemán propiedad de sus propios padres, provocándole la perdida de la oreja y abundantes heridas en toda la cara, el animal ha sido sacrificado en la clínica veterinaria de la ciudad con una inyección letal, según afirma los dueños y padres del agredido que el animal nunca fue agresivo todo lo contrario, que lo criaron desde que era un cachorrito y nunca tuvo un comportamiento así…………..

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