Notaba que le faltaba el aliento , intento expulsar el aire y una bocanada de sangre broto de su boca , se encontraba mal herido , sabía que su final estaba proximo,y no comprendia porque le estaba ocurriendo eso, él nunca le había echo daño a nadie y aquellos hombres estaban acabando brutalmente con su vida,¿ porque Dios me abandonaste?... yo tambien soy tu hijo- se preguntaba amargamente, mientras hincaba la rodilla en la tierra amarilla, sus oidos estaban reventados, por el intenso ruido molesto de un sonido que nunca antes habia oido, la vista se le nublaba y tuvo por un momento un espejismo reflejado en el suelo , en el se veia corriendo, por esos campos verdes de su niñez, aquellas aguas frescas y cristalinas de aquel arroyo, donde tantas veces bebio , aquellos olivos y encinas que tanta sombras le deba en los calurosos veranos, recordo a sus compañeros de juventud, cuando peleaban por alguna bonita hembra , cuantas cosas hermosas en su recuerdo , pero la cruda realidad estaba alli con aquellos malditos golpeando y humillando , sentia un horrible dolor en las espaldas donde la sangre caia como un rio de aguas rojas, cerro los ojos un instante e hizo un esfuerzo por levantarse pero no pudo ya era inutil , mientras tuvo fuerza hizo frente valientemente a los cobardes, pero ya no podia su muerte era inminente, miro al frente y vio a unos de esos hombres de extrañas vestimentas , se acerco a él con un objeto afilado y dio un golpe tremendo en la cabeza.
Aquella tarde , un torero consiguio dos orejas y un toro de quinientos kilos consiguio llegar al cielo.